Esmeralda kennt Wayne

Para empezar: El Sr. Trump constantemente habla de "América" como si los EE. UU. serían toda América. Bastante errado, Sr. Presidente, bastante errado. América es un contiente con un montón de países y "la otra América" no se limita al enojoso hermanito en el norte, con nombre de Cánada, donde algunos hablan un idioma medio curioso que no es inglés.

México, ese país Ud., Sr. Presidente, constantemente hace responsable para la ausencia inexistente del éxito glorioso de los EE. UU., se encuentra en América. También Belize (de donde viene esa linda caoba de la cual quizás algunos de sus lindos muebles están hechos), Costa Rica (de donde viene el café superriquísimo que Ud. quizás toma), El Salvador (de donde viene aún mas café riquísimo), El Salvador (otra vez con café riquísimo, gambas y oro, el tan maravillosamente lindo oro), Guatemala (y todavía mas café riquísimo y ron muy rico), Honduras (otra vez: café), Nicaragua (el lugar donde se consigue esos puros y cantidades considerables de cacao), Panamá (ellos son los tipos con ese canal de Panamá muy practico, sin el cual el flete maritimo podria convertirse muy, muy caro).

Y naturalmente también Brazil (no sólo café, pero tambien esas hermosas piedras preciosas y semipreciosas que se usa para hacer la joyería con la cual Ud. suel decorar su esposa), la República Dominicana, Cuba y Puerto Rico, que son lugares maravillosos para pasar las vacaciones y hay todos los otros países donde se obtiene recursos naturales para hacer la economía de los EE. UU. prosperarar. Y la economía de los EE. UU. está prosperando, le aseguro de esto.

América es mas grande que los EE. UU. Y los países en América dependen uno del otro. La economía Estadounidense será mucho mas pobre sin "la morodanga" y la mano de obra que obtniene para muy poco dinero de lo que aparentemente ve como su traspatio. Lamentablemente, los EE. UU. nunca realmente prestaron mucha atención a la gente que contribuyó a su riqueza. Personas, especialmente como Ud., Sr. Presidente, que tiene una tendencia de olvidarse de que su riqueza viene de esa parte del continente donde la gente es mucho, mucho mas pobre que el ciudadano normal de los EE. UU. Un hecho verdaderamente triste de que se debería hablar.

Así, Sr. Presidente, su responsabilidad no termina con la clase média de los EE. UU.; ni empieza ahí. Su tarea es hacer América grande otra vez, bien seguro. Pero se trata de toda América. No sólo un país. De hecho, es su responsabilidad de preocuparse de Rosita, la niñera que cuida a la casa y los nenes de algún tipo rico quien es demasiado avaro para pagar und salario decente para un trabajo decente y por eso usa mano de obra ilegal de detrás ese muro Ud. quiere construir.

Su tarea es ayudar a esos otros países a construir un hogar confortable para todos que viven ahí - mientras que Ud. se encarga de los ciudadanos de los EE. UU. You tarea es dar el mismo valor a cada una persona sin dar importancia a su procedencia. Eso se llama derechos humanos, Sr. Presidente. Y eso es algo cada una persona tiene sí o sí.

Lo que Ud. está tratando es construir la autoestima de lo que Ud. percibe como la mayoría humillando y disminuyendo otros. Yo soy de este país de donde vinieron sus antecesores, ese país que no sólo empezó una guerra mundial, sino también echó la culpa para la miseria en que el país estuvo en aquél entonces a un grupo determinado de la población y trató de exterminar ese grupo. Yo aprendí. Yo escuché a mis padres y mis abuelas (abuelos no tuve, adivine porqué será eso). Yo y la mayoría de los otros alemanes sabemos, realmente sabemos como empiezan estas cosas. Nosotros sí sabemos que es lo que sale de ese tipo de agitación. Realmente sabemos. Por eso, recomiendo: No haga eso. Simplemente no. Nunca, jamás trate de hacer su país grande a expensas de otros. Eso recaerá sobre Ud. y sobre los ciudadanos de su país - y será mal, realmente mal.

Por todo eso, le propongo que piense, escuche y aprenda muy, muy rapidamente así que en el fin de sus cuatro años Ud. puede decir que realmente hizo América grande otra vez.